Betaglucanos: ¿Qué son y cómo actúan sobre el organismo?

Los betaglucanos son polisacáridos indigeribles o azúcares complejos presentes en las paredes celulares de hongos, levaduras, algas, líquenes y cereales, como avena, salvado y cebada.

Varias investigaciones científicas recientes han resaltado cómo estos polisacáridos son útiles en general para la salud del organismo, actuando favorablemente sobre la microbiota intestinal y sobre el sistema inmunológico, modulando y haciéndolo más reactivo en función de la respuesta a ser lanzada frente a ataques de virus y bacterias externas.

Betaglucanos: propiedades y estructura

En particular, el término «glucanos» se refiere a cadenas formadas por unidades repetidas de D-glucosa que a su vez, en función de la forma del anillo que crean, pueden reconocerse como alfa-glucanos o beta-glucanos. Por betaglucanos nos referimos a glucanos en los que las unidades de glucosa que se repiten consecutivamente en la cadena principal están en forma beta. Por el contrario, los alfa glucanos tienen cadenas con unidades repetidas en forma alfa. Entre los alfa-glucanos más conocidos se encuentran el almidón y el glucógeno. En cuanto a su estructura química, los beta-glucanos se dividen según los enlaces presentes entre las unidades de monómero, como beta-1,3-beta-1,4, o beta-1,3-beta-1,6, este último un mayor heterogeneidad estructural, características que distinguen las diferentes acciones biológicas.

Los betaglucanos son interesantes porque son elementos muy flexibles, de muy baja digestión, pero son metabolizados favorablemente por la microbiota intestinal, en particular por las bifidobacterias, preciadas aliadas de nuestro intestino grueso. Gracias al trabajo realizado sobre la microbiota intestinal, estos polisacáridos también afectan las funciones metabólicas, en particular favoreciendo el equilibrio de los niveles de colesterol malo, reduciendo la absorción de azúcares, controlando los niveles de azúcar en sangre y modulando favorablemente el sistema inmunológico.

Beta-glucanos y microbiota intestinal

Los betaglucanos pueden ser solubles, de bajo peso molecular, o insolubles, de alto peso molecular. Los solubles que se encuentran en la cebada y la avena, una vez ingeridos, pueden formar, si se toman en cantidades adecuadas, una sustancia viscosa en la parte superior del tracto gastrointestinal y posteriormente fermentar en el colon, poblando la microbiota intestinal. Este mecanismo confiere propiedades inmunomoduladoras, hipocolesterolémicas e hipoglucemiantes a los betaglucanos solubles.

Los betaglucanos insolubles , en cambio, alcanzan y pasan inalterados por la válvula ileocecal y son metabolizados por la microbiota intestinal, produciendo ácidos grasos de cadena corta, muy útiles para la nutrición y trofismo de la mucosa intestinal. Además, los betaglucanos insolubles pueden a su vez ser fragmentados por la microbiota dando lugar a betaglucanos solubles de tamaño reducido y bajo peso molecular que realizan la preciosa actividad de modulación del sistema inmunológico.

Beta-glucanos y el sistema inmunológico

La EFSA también expresó su opinión sobre los betaglucanos afirmando que ayudan a reducir el colesterol en sangre y, en consecuencia, las enfermedades cardiovasculares. Estos beneficios se refieren a una ingesta diaria de al menos 3 gr. de betaglucanos, para tomar con una dieta variada y equilibrada. Una vez introducidos con los alimentos o mediante suplementos dietéticos, los betaglucanos digeridos en el intestino grueso son capaces de activar el sistema inmunológico de forma suave y equilibrada, estimulando la actividad de los fagocitos (una subclase de glóbulos blancos que tiene la función de atrapar y destruir sustancias extrañas, como hongos, virus, parásitos y bacterias).

Con esta acción moduladora se evita el riesgo de inducir esa respuesta inmune exagerada en la base de muchos fenómenos alérgicos y enfermedades autoinmunes. Como polímeros de glucosa, los betaglucanos también muestran una influencia positiva en el crecimiento de cepas probióticas específicas en el tracto intestinal, muy útiles para nuestra salud, y en la mejora del perfil lipídico en sangre.

Betaglucanos: altas concentraciones y mejor calidad en hongos medicinales

Los más conocidos son los betaglucanos presentes en la pared celular de la levadura de cerveza (Saccharomyces cerevisiae) pero hoy en día se presta mucha atención al estudio de estas moléculas presentes en diversas especies de hongos, en particular los tradicionalmente considerados medicinales . Los complementos alimenticios a base de hongos medicinales contienen betaglucanos solubles e insolubles, siempre que el producto contenga la sinergia entre el extracto hidroalcohólico y el polvo de la seta entera como en la línea AVD Reform Micotherapy. Los betaglucanos de los hongos medicinales, con ramificaciones beta-1,3-beta-1,6, tienen la particularidad de adquirir una alta heterogeneidad estructural que los hace únicos y mucho más potentes para las defensas inmunitarias, que los presentes en la cebada y avena, que en cambio tiene una estructura más simple y lineal.

Piense en los betaglucanos de los hongos medicinales como una red de pesca que se cruza y los de los cereales como un solo hilo que debe estructurarse para coser una red, lo que demora mucho más. La acción de unos gramos de betaglucanos contenidos en los hongos medicinales equivale a un plato abundante de cebada y avena. Entre los polisacáridos, en particular los solubles más estudiados en la literatura científica, y más efectivos a nivel biológico, encontramos los contenidos en hongos medicinales como el Reishi (Ganoderma lucidum), Shiitake (Lentinula edodes), Maitake (Grifola frondosa), Hericium erinaceus, que una vez absorbidos en el íleon, por pinocitosis por células M, son capaces de ofrecer un efecto inmunomodulador superior y más eficaz».