Que es el inflammaging (inflamación crónica de bajo grado?)

Que es el inflammaging (inflamación crónica de bajo grado?)

El inflammaging es un proceso inflamatorio crónico y silencioso que no se activa como consecuencia de una agresión externa para defender al organismo, sino que se autoalimenta debido al agotamiento del sistema inmunológico que provoca la producción crónica de moléculas (citoquinas) proinflamatorias y debido a comportamientos y estilos de vida incorrectos.

¿Qué significa Inflammaging?

Inflammaging combina las palabras «inflamación» y «envejecimiento». La inflamación y el envejecimiento prematuro del sistema inmunológico son dos fenómenos relacionados y peligrosos para la salud. Esta conexión se ha condensado en el término envejecimiento inflamatorio, acuñado en la década de 2000 por el inmunólogo Dr. Claudio Franceschi de la Universidad de Bolonia para describir una condición del organismo, afectado por una inflamación leve (grado bajo) persistente (crónica). que no presenta síntomas visibles (latentes), pero que es capaz de producir efectos sistémicos en todo el organismo. Estos efectos sistémicos tienen consecuencias en la salud de 360 grados y afectan a todas las partes del cuerpo, desde el sistema inmunológico hasta la piel, hasta el punto de ser considerados por muchos investigadores como responsables de una amplia gama de enfermedades crónico-degenerativas. De hecho, la inflamación crónica de bajo grado se considera un precursor de enfermedades cardiovasculares, aterosclerosis, neoplasias, enfermedades cerebrales, enfermedades hepáticas, sarcopenia (disminución progresiva de la masa y fuerza muscular).

Inflamación: ¿cuáles son los síntomas?

 

No hay síntomas precisos y la identificación de esta condición inflamatoria a nivel clínico es complicada. Los síntomas son vagos y variados, a menudo no se manifiestan analíticamente, pero la condición inflamatoria de bajo grado persiste y afecta la estructura genéticamente más vulnerable para el individuo. Entre los principales síntomas que distinguen a un organismo con inflamación encontramos malestar generalizado, dolor generalizado, fatiga crónica, dificultad para concentrarse, dificultad para dormir, hinchazón abdominal y problemas gastrointestinales, este último también síntoma de alteración de la desintoxicación del hígado.

Inflamación crónica de bajo grado y cortisol

Los niveles de inflamación crónica de bajo grado dependen de la genética y el estilo de vida, y aumentan durante un período de años a décadas. Una dieta inadecuada, niveles altos de insulina y la activación crónica del cortisol, la hormona del estrés, pero también el componente genético contribuyen a la aparición de la inflamación. En particular, por un lado, la sobrealimentación y la obesidad promueven la inflamación que se manifiesta con la resistencia a la insulina que activa respuestas inflamatorias que pueden dañar órganos y tejidos. Por otro lado, estar constantemente amenazado por estresores externos como una dieta no regulada, estilos de vida incorrectos como el tabaquismo, el alcohol, el sedentarismo, la exposición excesiva al estrés químico, ambiental, electromagnético, el abuso de terapias antibióticas innecesarias, etc., provoca un desorden inmunológico. respuesta que da lugar a la inflamación.

En particular, para responder al estrés, el cuerpo produce altos niveles de cortisol, porque esta hormona (también llamada hormona del estrés) debe imaginarse como un bombero que debe apagar el fuego / inflamación, pero no puede hacerlo porque la madera sobre la que se encuentra se enciende el fuego produce solo humo sin poder salir, provocando aún más inflamación. En definitiva, un círculo vicioso que con el tiempo solo complica el cuadro inflamatorio crónico de bajo grado, también gracias a los altos niveles de insulina. La microbiota intestinal también juega un papel de primordial importancia en esta zona, ya que una disbiosis intestinal mal manejada puede provocar una situación inflamatoria con aumento de la permeabilidad intestinal y translocación de algunos fragmentos bacterianos (LPS) desde la luz intestinal a la submucosa, provocando una hiperactivación de macrófagos, contribuyendo a un cuadro de inmunosenescencia con desregulación del sistema inmunológico.